El trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en el adulto es un trastorno persistente de TDAH presente desde la infancia. Aunque se solían pensar que al crecer los niños con este trastorno mejoraban, ahora se sabe que, si bien los síntomas de hiperactividad a menudo mejoran; al crecer la concentración, el comportamiento y la impulsividad pueden persistir en la adolescencia y edad adulta.
Se estima que la prevalencia es del 2 al 5% de la población general, pero aumenta de 10 a 20% en personas que padecen algún otro trastorno emocional o mental. Estos trastornos pueden ser: de ansiedad, del estado de ánimo, de personalidad, abuso de sustancias o afecciones neurológicas.
Síntomas en el adulto:
Caracterizado principalmente por inquietud interna en lugar de hiperactividad; impaciencia; búsqueda de sensaciones y gasto excesivo en lugar de impulsividad; inatención; y deterioro funcional con bajo rendimiento y desorganización.
Estrategias de afrontamiento:
Las siguientes son estrategias que pueden ayudar a afrontar el día a día:
- Si no puede recordar una instrucción pídale a su maestro o jefe que la repita. Pedir una aclaración es mejor que solo adivinar.
- Divida los trabajos grandes en etapas más pequeñas y recompénsese a usted mismo cuando termine cada tarea.
- Haga una lista de lo que necesita hacer cada día. Luego ponga estas tareas en el orden de prioridad con que requiere hacerlas. Coloque la lista en un lugar en que pueda visualizarla constantemente. Tache cada cosa de la lista tan pronto como lo haya hecho.
- Trabaje en una zona tranquila.
- Haga sólo una cosa a la vez.
- Tómese descansos cortos y regulares. Es útil en términos generales trabajar 45 minutos y descansar 10. Otra alternativa es observar cuanto puede sostener la concentración antes de distraerse con cualquier cosa. A partir de esta medida empiece a incrementar sus tiempos de trabajo e intercale con pequeños descansos.
- Lleve una libreta y escriba las cosas que necesita recordar.
- Use notas adhesivas para recordar las cosas que debe hacer. Póngalos en donde pueda observarlos, como en su refrigerador o en el tablero del automóvil.
- Considere usar un teléfono inteligente u otras herramientas electrónicas para hacer listas, realizar un seguimiento de citas y recordatorios de horarios.
- Almacene cosas similares juntas. Por ejemplo, las facturas deben estar separadas de notas personales.
- Cree una rutina. Levántese y acuéstese a la misma hora todos los días.
- Cree una rutina en la que se limite el uso de redes sociales.
- Técnicas de meditación como Yoga o Taichi pueden ser de utilidad para aprender a focalizar la atención, disminuir el ruido mental y organizar los pensamientos. También son útiles para generar disciplina, descargar la impulsividad y ansiedad. Favorecen el aprendizaje de la paciencia y vivir con menos estimulación en un estado de mayor armonía con uno mismo y el entorno.
- Haga ejercicio a diario, coma una dieta equilibrada y trate de dormir lo suficiente.
- Acudir a psicoterapia.
- En casos graves donde el deterioro funcional y desorganización generan problemas académicos o laborales se puede utilizar medicación y para ello debe consultar un especialista.
En nuestro centro médico contamos con profesionales especializados y con experiencia para orientarlo en estos casos.
Escrito por: Dra. Mayra Nogales, psiquiatra