Qué es TMS y por qué se considera para el TEA
La TMS es una técnica de neuromodulación no invasiva que aplica campos magnéticos sobre regiones específicas del cerebro para inducir corrientes eléctricas que modifican la excitabilidad neuronal. En otros trastornos psiquiátricos como la depresión, se ha mostrado eficacia. En el TEA se ha planteado como tratamiento adyuvante debido a que:
- En el TEA se observan alteraciones de conectividad cerebral, especialmente en redes de función ejecutiva, atención, procesamiento social, etc. Frontiers+2PMC+2
- La TMS puede apuntar a regiones como la corteza prefrontal dorsolateral (DLPFC), el lóbulo parietal inferior, zonas temporales posteriores, que están implicadas en funciones sociales, lenguaje, control de impulsos. PubMed+2PMC+2
- El TEA carece de tratamientos farmacológicos que modifiquen de forma robusta los síntomas centrales (déficits de interacción social, conductas repetitivas). Por ello, la TMS aparece como una opción exploratoria. tmslab.org
Evidencia hasta ahora: qué muestran los estudios
Resultados prometedores
- Una revisión y meta-análisis de 23 estudios (4 casos, 7 no controlados, 12 controlados) halló que la rTMS (forma repetitiva de TMS) produjo reducción moderada de conductas repetitivas/estereotipadas, mejoras en comportamiento social y error en tareas de función ejecutiva. PubMed
- Otra revisión sistemática más reciente (17 artículos: 7 ensayos controlados, 10 abiertos) encontró mejoras visibles en comportamientos estereotipados, lenguaje/social, utilizando distintos modos de TMS (frecuencia baja, alta, theta-burst) y distintos blancos cerebrales (principalmente DLPFC). PubMed
- En un meta‐análisis específico para jóvenes con TEA intelectualmente capaces, se encontró una mejora en resultados cognitivos (Hedges’ g ≈ 0.735) y en síntomas del criterio B (conductas repetitivas/limitadas) (Hedges’ g ≈ 0.435) con TMS de baja frecuencia al DLPFC. PubMed
Seguridad
- En cuanto a efectos adversos, una revisión (11 estudios) estimó una prevalencia global de efectos adversos del 25% (IC95% 18-33%). Entre los más frecuentes: cefalea (~10%), molestia facial (~15%), irritabilidad (~21%), dolor en el lugar de aplicación, mareo. Todos fueron «leves y transitorios». PMC+1
Limitaciones importantes
- La heterogeneidad de los estudios es muy alta: distintos protocolos (frecuencia, duración, blanco cerebral), poblaciones muy variables, ausencia de cegamiento o control adecuado en muchos casos. PMC+2PubMed+2
- Las mejoras observadas son moderadas (no milagrosas) y no están universalmente replicadas. PubMed
- No se dispone aún de datos robustos sobre duración del efecto, número óptimo de sesiones, mejores parámetros de estimulación, o qué subgrupos de TEA pueden beneficiarse más. Mayo Clinic+1
- La TMS no está aprobada por agencias regulatorias específicamente para TEA: su uso es aún «off-label» o experimental. behavior.org+1
En qué puede ayudar la TMS en TEA
Con base en la evidencia, la TMS puede ofrecer los siguientes beneficios potenciales en personas con TEA:
- Reducción de conductas estereotipadas/repetitivas: los meta‐análisis muestran un efecto moderado en este dominio. (ver arriba)
- Mejora de ciertas funciones ejecutivas y cognitivas: control de impulsos, atención, errores en tareas ejecutivas.
- Mejora de interacción social o lenguaje: aunque los efectos aquí son menos consistentes, algunos estudios muestran mejoras en socialización o comunicación verbal tras estimulación de DLPFC u otros blancos.
- Posible mejora en conectividad cerebral y biomarcadores: algunos estudios han observado cambios en electrofisiología o imágenes cerebrales tras TMS, lo que sugiere un mecanismo de cambio neuronal. PubMed+1
Consideraciones para su uso en la práctica
- Dado que la evidencia es prometedora pero preliminar, la TMS debe utilizarse preferiblemente en centros con experiencia, bajo protocolo de investigación o con consentimiento informado adecuado.
- Es importante evaluar el perfil del paciente (edad, nivel cognitivo, comorbilidades) y usar protocolos bien definidos (frecuencia, número de sesiones, localización del estímulo).
- Se debe monitorear efectos adversos (aunque suelen ser leves) y establecer expectativas realistas: la TMS no es cura de TEA, sino una herramienta dentro de un enfoque integral.
- Debe combinarse con terapias conductuales, de lenguaje, ocupacionales, etc. No sustituye el tratamiento estándar.
- Debe informarse que aún falta evidencia fuerte para adoptar como estándar de cuidado.
Conclusión
En resumen: la TMS representa una herramienta prometedora para el tratamiento del TEA, sobre todo para algunas dimensiones como conductas repetitivas o déficits de función ejecutiva. Sin embargo, su uso aún debe considerarse experimental dado que la evidencia, aunque real, es limitada y heterogénea. La decisión de empleo debe contemplar beneficios vs riesgos, expectativas moderadas y combinarse con terapias convencionales.